Empezamos a subir a la media noche del refugio de Piedra Grande en la cara norte del Pico de Orizaba, la meta era llegar a la cima antes del amanecer. Solo logré dormir unas 3 horas por la emoción y el frío.
Preparé mi mochila, en donde prácticamente metí todo mi equipo fotográfico y mi agua para . A los 40 minutos de subir la montaña me di cuenta que era esa decisión fue un error.
El peso de equipo fue tanto que me empecé a cansar demasiado rápido, y bajé el paso drásticamente. Después de 3 horas de caminata mi espalda y mis piernas me pedían clemencia, pero eran más las ganas de llegar a la cima y poder hacer unas buenas fotos que otra cosa.
Ya muy cerca del amanecer, después de haber caminado más de 6 horas, me di cuenta que no lo lograría, no antes de que amaneciera por lo que cambié el plan y solo quería llegar a la base del glaciar para poder tomar fotos desde ahí.
Y aunque desafortunadamente, por mi cansancio y ambición de querer llevar todo mi equipo fotográfico no logré ver el amanecer desde lo más alto, sí pude hacer varias fotos que me gustaron bastante, entre ellas esta que les muestro. En donde se ven tres amigos bajando del glaciar rodeados de un blanco que parece infinito.